2 bajo 0 jazz cuyano



Yago Agüero y Flavio Patiño (bajos) acompañados por Nicolás Moyano (batería) interpretan temas propios y clásicos del jazz a los que recrean con sonidos y arreglos modernos que dan cabida tanto al rock como al reggae, funk y algo de ska. Ambos bajistas explotan al máximo las posibilidades técnicas de sus intrumentos (slap pop, tapping, walking).


En la foto: 2BajoO jazz cuyano tocando el 18 de julio de 2007 en la Casa de Mendoza en Capital Federal.


WILLY GONZALEZ Y SU QUINTETO EN MENDOZA
















Considerado un virtuoso del bajo de seis cuerdas, Willy González es un reconocido compositor de estética renovadora en el folklore argentino. Formado en el jazz, grabó con Scott Henderson, Frank Gambale, Luis Salinas y Adrián Iaies. Volcado hoy íntegramente al folklore latinoamericano ha compartido escenario con Mercedes Sosa, Chango Spasiuk, Liliana Herrero y Raúl Carnota.

En la foto: Tocando en la Sala David Eisenchlas - Mendoza - (04/11/06)
















La labor musical de González liderando el grupo "Monos con Navajas" le valió recibir la Mención KONEX 1995 al "Mejor grupo de jazz de la década".

A partir de 1995, volcado ya a la música popular latinoamericana edita, por distintos sellos discográficos, su catálogo folclórico: Zamba para la Compañera (1997), Pergamino (1999), Tupa (2001), Verse Negro (2003), Ares y mares (2005) y su último trabajo Agua.

WILLY GONZALEZ QUINTETO EN MENDOZA


Willy González estuvo en Mendoza en noviembre de 2006, acompañado por Pepe Luna, Hernán Crespo, Nicolás Arroyo y Micaela Vita.
En las fotos: tocando el sábado al mediodía en la tradicional Pérgola de la Peatonal Sarmiento, en pleno centro de la capital mendocina.


COSECHA URBANA

"Frutos de arte por las plazas de la ciudad" fue el slogan de COSECHA URBANA, ciclo de cuatro encuentros de música, poesía y fotografía realizado para la Dirección de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza.

Los encuentros se realizaron al atardecer, los cuatro domingos del mes de febrero de 2007, y fueron motivo para compartir la excelente música de losa grupos de folklore de renovación "Traful", "Tótem" (en la foto tocando en la hermosa y recoleta Plazoleta Gualberto Godoy) y "Huellas Nuevas", así como los solistas Miguel López (tango) y Alejandro Sicardi (folklore).

QUIENES SOMOS


La Jarilla Producciones somos Betania Agüero (creativa, estudiante de música popular, intérprete) y Amalia Alessio (periodista y escritora).

Poseemos probada capacidad en la realización de la producción técnica y ejecutiva de eventos, redacción, prensa y difusión, diseño gráfico y multimedial, contratación de terceros, distribución de folleteria y afiches, etc.


La Jarilla

Jarilla, palabra con que los conquistadores españoles bautizaron al servicial coihue indígena, arbusto ramoso propio de las zonas montañosas del oeste argentino.

Muchos eran los beneficios terapéuticos que los pueblos originarios sabían extraer de este humilde arbusto de follaje oscuro, por eso lo consideraban en la categoría de “remedio universal”. De alto contenido de yodo y potasio, con jarilla curaban resfríos, parásitos, sabañones, cólicos, fiebres y hasta servía de repelente de las temidas vinchucas sudamericanas.

Las hojas son diminutas y muy resinosas y, cuando florecida, las ramas semejan abanicos perfumados. Por su gran inflamabilidad, la jarilla fue bocado predilecto durante siglos del horno de barro campesino, se lograba con ella rápidamente la temperatura adecuada mientras esparcía el exquisito olor característico de su combustión.

Todavía hoy, aunque mucho menos que en épocas de la Colonia, ya sea transitando las desoladas travesías de los llanos cuyanos, o internándose en los monásticos valles transversales cordilleranos, podemos encontrar “manchones” de jarillas dispuestas en grupos achaparrados y humildes. El criollo explica que la disposición de sus ramas y el lugar de la raíz donde se adhieren los líquenes indican al caminante los puntos cardinales.
Se dice que si llueve, y tenemos la dicha de caminar a campo abierto donde crece la jarilla, el perfume de sus hojas y la visión de sus flores serán un recuerdo que llevaremos por siempre en el corazón.

Autóctona, útil, servicial, bella, perfumada...
así es La Jarilla.